viernes, 21 de noviembre de 2008

Un examen sorpresa

El otro día en una serie de estas de adolescentes e institutos en los que los profesores están todos la mar de buenorros y pasan cosas super mega reales o sea, una profesora maligna les ponía un examen sorpresa para cargarse a todos los de la clase.

Voy a contar un par de secretos, si quieres cargarte a los alumnos con un examen, puedes avisarles con un mes de antelación y ponerlo un poquito más difícil que lo consigues (primer secreto). El segundo es que hay pocos profesores que queramos suspender por suspender (igual soy muy inocente, estoy aprendiendo).

El caso es que cuando un examen sale mal, siempre te queda la duda de si estás haciendo bien las cosas y que puedes mejorar y cuando sale bien piensas si fue demasiado fácil.

Hoy he hecho un examen en 2º y han sacado (iba a escribir "he puesto") unas notas muy buenas, dos o tres dieces y varios ochos y nueves. Esto en matemáticas no es muy común. De hecho le he enseñado el examen a mis compañeros para ver si era demasiado fácil y en general parece que estaba compensado. De hecho yo pensaba que iba a salir peor porque era menos mecánico y había problemas "de pensar", con lo difícil que es.

El caso es que a un profesor (al menos a uno como yo) poner buenas notas le arregla el día y te hace compartir un poquito del mérito de tus alumnos. Normalmente no interesa el fracaso escolar y los profesores malvados son tan comunes como profesores con pinta de galanes de telenovela (espero).

Por cierto, una de mis mejores alumnas lista y trabajadora que pasaba del 9 en los anteriores va y saca un 7, no hay felicidad completa.

P.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Esos pequeños gestos que valen mucho

El otro día estaba de guardia y a los alumnos que llegan tarde o se portan "inadecuadamente" se les lleva a un aula especial llamada "Aula de trabajo personal".

No quería comentar nada sobre el eufemismo aquí, iba por otro camino.

El caso es que estaba yo allí con 7 u 8 clientes (era primera hora así que casi todos estaban por retraso) y me dice una chica que no entendía las progresiones aritméticas.

Bueno pues uno que tiene su corazoncito, no pudo más que explicárselo.

Decía un matemático (no sé si Terence Tao, no me hagáis mucho caso) que los mejores momentos que te puede dar las matemáticas eran de dos tipos, uno cuando comprendes algo y otro cuando consigues que alguien lo comprenda.

Pues me ocurrió lo segundo, la cara de la chica se iluminó con esa expresión que tiene alguien que no le gustan mucho las matemáticas pero que ha entendido una cosa y está viendo la belleza que tienen.

Esos momentos son los que merecen la pena. Ahora la chica me saluda por los pasillos como con cara de agradecimiento.

Gracias a ti.

P.