martes, 22 de julio de 2008

elBulli. Segunda parte

Bueno, por fin cuelgo este post. Me ha costado un poquito, son muchas fotos. Me he permitido hacer de crítico gastronómico que es mi profesión soñada. Espero no aburrir a nadie

Lulada



Este era el cóctel de bienvenida con alcohol. Yo no puedo beber así que me pusieron un zumo de cerezas que estaba muy rico:

Zumo de cereza





Aceitunas verdes sféricas

Con sabor a aceitunas “de verdad”. Me llamó la atención la forma tan parecida que consiguen.

Orquídea de pasión

Esta técnica no la controlo mucho, los pétalos tenian cierto "cuerpo", nos gustó mucho.

Snacks variados: nori-trias, gominola de shiso, bombones de piñones y chocolate, averantos, galleta de tomate y galleta de parmesano.


Lo que menos nos gustó fueron los bombones de piñones (más a la derecha), las gominolas de shiso estaban muy ricas (más abajo) los averantos (lo que hay con un papelito que tardamos en deducir si se comia o no) estaban muy buenos, la textura es similar al polvo de palomitas. Las algas con un sabor a mar tremendo. Las galletas nos gustaron mucho, un sabor muy intenso.


Creps de Pekín

Muy ricas, la de la izquierda con un punto de crujiente muy interesante y la de la derecha líquida por dentro una sorpresa agradable (me dice Wavecheff que era un sférico, no lo noté al comerlo).
Hoja de menta y coco



La camita que tiene la hoja está congelada, y el coco aunque parezca que tiene textura parecida a la ralladura (que a mi no me gusta) no era así, estaba muy rico.

Brazo de gitano de remolacha y yogur.
Muy muy rico. La remolacha no era muy fuerte de sabor cosa que se agradece. Lo mejor la textura, no esperas que sea crujiente.

Munster


Una bola de queso cremoso (me recordó a la torta del casar) envuelto en una costra crujiente.

Fresa a la parrilla

Líquida por dentro, me imagino que lo harán con un poquito de mimo.


Nata Lyo







Una versión increible de la salsa carbonara.


Leche de Búfala


Una leche de búfala muy suave con albahaca en polvo que daba mucho sabor. Como sorpresa final una miel italiana con un toque picante, me recordó al eucalipto.

Navaja/Laurencia


La navaja no aguantó a la foto, estaba tan fresca que saltó a mi boca. Otra de las grandes genialidades de elBulli es la coción de los crustáceos en agua de mar (litro de agua con 36 gramos de sal para los que no vivimos en Cala Montjoi) durante tan sólo unos segundos.


Helado de flor de mandarina con aceite de calabaza
Una gran combinación entre el aceite, un poco amargo y el helado.


Huevo milenario
Super curioso, era una textura gelatinosa por fuera y por dentro no sé si era yema de verdad, pero lo parecía, te aconsejaban que lo rompieras:




Umeboshi



Es una especie de ciruela japonesa, muy fresca. El plato también prcioso, con aire de Shiso, no había probado nunca un aire y es una pasada, una de tantas genialidades de elBulli. Las flores tenían un pequeño sférico con toques picantes.

Tendón de ternera




Este plato es otra de las cosas que te deja alucinado. No se me habría pasado por la cabeza comer tendones ni borracho. Estaba genial, muy gelatinoso. Se terminaba con una salsa de tuétano:




Nenúfares


Este plato parecía un cuadro, daba pena comerlo, no sé si se ven bien las flores a modo de nenúfares, las piedritas (no se lo que eran) sorprendian al ser blanditas, toques cítricos, muy refrescante...

Canapé de caza



Combinación de caza y cacao en un formato muy interesante.

Rabo de cochinillo


Este plato es un poco darle en las narices a alguien que pueda opinar que Ferrán Adriá no sabe hacer comida tradicional. El punto del cochinillo no podía estar mejor, la salsa con tofu estaba riquísima y los germinados de shiso te llenan la boca de sabor, muy interesantes.

Cuitlacoche


Una seta creo que sudamericana (no me hagáis mucho caso). La textura es sférica, a mi me pareció rizar el rizo (nunca mejor dicho) porque hacer un sférico y después anudarlo tiene su punto. No se aprecian muy bien los colores pero era un plato muy bonito.

Nueces tiernas con endivias y roquefort Tremendas, el roquefort en sférico, las nueces super tiernas.

Ortiguillas de mar 2008


Combinación mar y montaña, a mi me gustó mucho aunque no creo que a todo el mundo le guste. Tenía sesos y ostras, la salsa también muy rica.


Crustaceos-Anguila


Impresionante, increíble, sublime. De principio a fin, la hoja que véis es la hoja de ostra de la que hablaba en el otro post, te recomendaban que la comieras primero y es tremendo, una hoja normal y corriente que sabe a ostra. El pepino, que a mi no me gusta, tenía por encima ralladura de lima y le daba un punto muy bueno (me lo comí todo). Las gambas y la salsa también tremendas.

Abalone


"Una lapa del sur de Inglaterra" Parecía un poco al pulpo, lo alternaban con otra cosa que no sé bien lo que era, con textura tirando a viscosa que daba un contrapunto muy interesante. La cama de algas estaba muy muy muy rica.

Castañuelas de cerdo ibérco

Este quizá fue el peor plato debido a la salsa que estaba muy fuerte y con un punto amargo. El cactus no aportaba mucho, pero las castañuelas sí que me gustaron.

Estos fueron los postres:

Canapé de flores


Una textura muy interesante, recordaba un poco a los aspitos, pero más rica, se comía de izquierda a derecha y acaba con un toque picante y fresco en la boca.

Trufitas

No puede hacer foto porque las presentaban en una caja de cristal con una cama de cacao en polvo muy chula. Etaban rellenas de queso fundido por dentro.

Diferentes texturas de pino

Este fue un momento flipante. ¿Pinoooooo?

Los Morphings fueron:
Fresas rellenas de yogur


Caramelo de Jengibre



Una textura crujiente por fuera pero tipo gominola por dentro, un poco picante pero muy rico.

Ámbar


Sférico de miel con una flor dentro. Nos explicaron que la hoja no se comía (menos mal).


Bueno, espero que os haya gustado.

lunes, 21 de julio de 2008

elBulli. Primera parte.

Bueno, pues ya estamos de vuelta. Tengo más de cien fotos del menú que nos preparó el sr Adriá así que habrá que esperar un poco a que las podamos seleccionar y hagamos un post más extenso y bonito pero de momento queria contar un poco cómo fue la experiencia.

La cosa empieza con una carretera que va de Rosas a cala Montjoi que es, digamos, un tanto mala. Eso sí, las vistas preciosas. Vas pensando, esta gente es buena de verdad, porque tener el restaurante lleno toda la temporada con este acceso debe ser difícil.

Llegamos de los primeros (menos mal porque nuestro coche desentonaría con los demás) y ya van empezando a temblar las piernas. Desde fuera se ve la cocina, nos asomamos y de repente aparece en escena el mago. Así como quien no quiere la cosa, creo que este hombre es como ese estereotipo de científico que está concentrado en sus cosas (digo esto desde el respeto y la admiración, no se me malinterprete).

Entramos en el restaurante aunque es mejor decir la casa, porque parece más una casa que un restaurante y nos encontramos con Juli Soler que pide que nos lleven a ver la cocina y a saludar a Ferrán. En este punto mis piernecitas casi no me tenían. Ferrán muy modesto y agradable, ya nos íbamos y pidió que nos enseñaran el resto de la cocina, muy detallista.

En general, la sensación que te trasmiten es lo más aproximado que puede ser en estos casos a ir a cenar a una casa con tus amigos de toda la vida. Todo el mundo está pendiente de que disfrutes y te sientas a gusto. El personal de sala tiene una gran profesionalidad y está a la altura. Se nota la que la dirección de Luis Biosca y Luis García es excelente, éste último fue con quien tratamos y demostró que se acordaba de los correos que intercambiamos.

Hay dos salones y una terraza con vistas a la cala. Los salones tienen un toque antiguo que desentona con la modernidad de la cocina. No lo han reformado en homenaje a la antigua dueña que todavía vive por allí.

Y qué decir de el menú, me gustaría ser crítico gastronómico, aparte de para comer en los mejores restaurantes cobrando, para poder describirlo. Es otra forma distinta de comer, comes con todos los sentidos, desde el oido cuando te explican las recetas, la vista (hay verdaderas obras de arte en un plato), el tacto (el juego de texturas es incrible) como ejemplo uno de los postres: "Pino en texturas" yo no pude evitar un ¡¡¡Queeeeeé!!! me lo repite y tuve que preguntar una vez más, has dicho pino o vino, tremendo. También el olfato y el gusto claro está pero en este caso en un plato te puedes encontrar varios olores y sabores.

Una de las cosas que más nos llamó la atención es una HOJA DE OSTRA. Sí como suena, ya pondremos la foto, una hoja, no es que parezca una hoja, si no que es una hoja, que sabe a ostra. Estas comiendo y dices, no puede ser, me están engañando, esto es imposible. Yo creo que hay un antes y un después de comer esto.

Seguro que me dejo un montón de cosas que ya pondremos, pero acabo con un ejemplo que nos resultó curioso acerca de la profesionalidad del personal de sala. Normalmente, los camareros se llevan varios platos de una vez. En elBulli, ya sea una mesa de dos o de ocho, ponen y quitan un plato de cada vez, un detalle interesante.

Bueno, por último, ahora sí decir que no creáis a nadie que diga que en elBulli te quedas con hambre, nos sirvieron en total 35 preparaciones y os puedo asegurar que no sólo está pensado para que puedas llegar al final (con mayor o menor dificultad dependiendo de cada uno) sino que también está pensado para que te vayas más que satisfecho.

jueves, 10 de julio de 2008

En una semana...

... ¡¡¡¡¡¡¡¡ESTARÉ CENANDO EN ELBULLI!!!!!!!!!!

Prometo llevarme una cámara a ver si se pueden hacer unas fotos para contar la experiencia.

Una historia de cocina.

Martes, 4.50 de la mañana. Suena el despertador. Después de varias cosas que no vienen a cuento hasta quizá un pincho de tortilla a las 11.30 tan necesario como respirar y una mañana de trabajo bastante intensa llego a casa a eso de las 15.30.

La duda es grande, comer o dormir hasta el dia siguiente. Decidido lo primero y sin mucho que cocinar, ni tiempo ni ganas, invocando a ese gurú de cocina, Falsarius chef, decido poner pasta a hervir e improvisar un poco. Gracias a lo que sea, tenía una lata de tomate de las que recomienda Falsarius (yo no hago publicidad de marcas sin que me paguen je je) y una lata de gulas. Así que fue cocer la pasta, escurrir las gulas porque ese aceite blanquecino que tienen no me convence un pelo, rehogarlas un poco, añadir la pasta y el tomate y servir.

La verdad es que para el estado físico del cocinero, el tiempo de preparación y los ingredientes, la cosa salió bastante bien. Eso sí seguro que se puede mejorar con un poquito de ajo o incluso poniendo las guindillas que traen las latas que acostumbro a quitar para que no pique demasiado. Por cierto, estoy leyendo un libro de ciencia de la cocina que recomienda las gulas por tener por su contenido en proteinas.

Seguro que sabréis perdonar la foto, no daba para más.