viernes, 21 de diciembre de 2007

Emilio

Querido Emilio:

No sé que decirte. No me lo explico, no me lo creo y no lo comprendo. Ni siquiera sé si puedo decir nada.

Creé este blog para escribir ese tipo de cosas que te gustaría cambiar del mundo en el que vives, con pocas pretensiones, sé que no voy a cambiar nada yo solo, no te vayas a creer que soy tan utópico. Un poco como terapia, para desahogarme por escrito que siempre viene bien. Por eso le puse en el título lo de diván. El "maridaje" tan nefasto con la cocina es porque quiero escribir de otro tipo de cosas menos transcendentes.

Ahora te escribo a ti porque no pudimos despedirnos. Además quería compartirlo con los demás porque creo que sentimos cosas parecidas.

Tengo muy claro que siento rabia. Rabia por vivir en este mundo en el que no quepamos todos y tengamos que ocultarnos. Son muchos años de sociedad y todavía no estamos evolucionados del todo. Me gustaría, no ya que nadie tomara decisiones drásticas, si no que ni siquiera nadie se sintiera mal por ser como es. Joder, lo más importante es ser feliz y hacer feliz a los demás, que leches importa cómo se llame quien tienes al lado.

Quiero que sepas que nos hacías feliz, hemos pasado momentos geniales contigo y siento que te guardaras cosas para darnos lo mejor, no por lo que nos has dado, que ha sido mucho, sino por no haber podido ayudarte con los problemas que te guardabas. Quizá no te diste cuenta o no te lo expresamos nunca, pero hay mucha gente que te quería.

La vida sin ti no va a ser igual, aunque tenemos aceptemos tu decisión, quizá no la comprendamos nunca.

Me despido con una frase (no es mia) que me parece tremenda:

"Una parte de mi murio contigo, una parte de ti vivirá conmigo"

Hasta siempre Emilio.

1 comentario:

asun dijo...

Algo que nos honra a los humanos es ser amigo de nuestros amigos y recordar a los que ya no están: así se mantienen vivos en nuestra memoria y no mueren nunca.

A ti, además, te honra haber dedicado esta entrada a Emilio: esto contribuirá a que continúe vivo en tu memoria y en la de los otros.

Un beso muy fuerte

A.